domingo, 29 de septiembre de 2013
domingo, 15 de septiembre de 2013
jueves, 13 de junio de 2013
Melodía para una canción rota. Tamara Domenech.
Negra
Sentada en mi cama
I- Un pensamiento dentro de
otro.
Las sábanas no eran mías
Tenían la holgura de las de
mis padres cuando dormían juntos
Un camisón me tapaba los
moretones de las rodillas
La gomita del pelo se caía de
un mechón
Las agujas del reloj pulsera
marcaban pensamientos
Con la forma de un cesto de
frutas abandonado
Alrededor un revistero
Un alhajero abierto
Mis pantuflas blancas
El cable del teléfono
Seguía los contornos
Mi madre frente al espejo se
miraba las piernas
¿Me queda bien?
Y las palabras no llegaban a
mi boca
Con un pulóver de entrecasa
me ofrecía un té y unas galletas
Mientras provocaba un ruido
de mañana en la mitad de la noche
La
porcelana de la taza brillaba sobre lo que me pertenecía
Su
alianza dorada rayaba la oscuridad
Su
pelo opacaba mi secreto
¿No
me queda hermosa?
Me
pasarán cosas de otra época
Ahora
comé que tenés que trabajar
Tomo un sorbo de té y me
levanto de la cama
En el botiquín del baño
escribo la frase
Es mía sobre una ráfaga de
aliento
Salgo
Mi madre no está
Abro la canilla de la ducha y
camino hacia el revistero
Busco la página donde estaba
mi deseo
La recorto y la guardo en mi
billetera
Un hilo de voz aparece mientras
me baño
Y lágrimas en miniatura se
mezclan con el vapor
Hasta borrar la inscripción
en el espejo.
II-Experiencia.
Mi tía Berta dice
Haber dejado de trabajar en
el campo y venir con mis dos hijos a la ciudad
Me dio experiencia de vida
Desde ese entonces supe que
los ojos de mis hijos no me iban a abandonar
En las decisiones más osadas
Mi amiga Lucía dice
Haber salido con Ezequiel me
dio experiencia en el amor
Con la separación comprendí
que podía ser feliz sin sufrir por cualquier cosa
Mi madre dice
Los trabajos que uno va
teniendo te dan experiencia para los que vendrán
Mi padre dice
No hay mejor experiencia que
la que te ofrecen los libros
Con ellos las sensaciones
encuentran un camino
Mi ex jefe dice
Si yo tuviese veinte años
Haría una vida distinta a la
que hice
La experiencia de un viaje
sin destino ni duración
No se compara con el ahorro
Yo digo
Un sueño realizado fue saber
De una colección de dijes
dorados con formas de animales
Que había heredado un chico
que conocí a los doce años en unas vacaciones
Dora
La panadera que trabaja en la
confitería de al lado de mi departamento dice
La experiencia que te piden
en los trabajos
No se relaciona con el sueldo
que te pagan a fin de mes
Mi novio dice
En el amor no cuenta la
experiencia previa
Sino la que se inaugura con
cada persona que conocemos
Un autor que leí en el
colegio secundario
Cuyo nombre no recuerdo decía
La verdad es la experiencia
Mi abuelo Raúl dice
Ser astuto es asumir la
debilidad y convertirla en bandera
Yo digo
La única experiencia que tuve
en un trabajo consistió
En aprender a doblar y
colocar alfileres en camisas para hombres.
III- El color de la mañana.
La vida es tiempo
Cómo formaré parte de cosas
importantes
Soy la escribiente de lo que
quiero en las revistas
En los días
Así recreo el color de la
mañana en mi cuerpo
Una carta de presentación
Es un collage de papel de lo
que veo
Confío
Mis ojos saben más que mis
manos
Pero dudo que un jefe comprenda
la habilidad inútil
Dejo sobre la cama un montón
de ropa
Que combina lo que deseo
Y se prohíbe usar en ocasión
de una entrevista
A las llaves les quedan las
huellas de lo sacado de un placard desordenado
Tengo que llegar a horario
Por ser la primera vez
Antes de entrar al local en
el que trabajaré
Me miro los dientes en un
espejo de mano
Y me peino las pestañas con
la yema de los dedos
Después un hombre con traje y
mocasines negros me pregunta
¿Qué experiencia tenés en
este rubro?
Creo en el origen de la
historia que invento
Ser dueña de un cesto con
revistas
Proyecta mis palabras.
IV- Las manos.
El hombre me saluda con un
apretón de manos
Me pide que lo acompañe a su
oficia
Después que tome asiento
Justo cuando estamos por
comenzar a conversar lo llaman por teléfono
Pide disculpas
Se levanta de la silla y sale
de la oficina
Observo las paredes sin ventanas
En su lugar cuelgan dos
fotografías
Una en blanco y negro
registra una vaca pastando en el campo
La otra a color muestra una
vaca con tres terneros mirando a cámara
Sobre el escritorio hay un
teléfono fijo con fax
Un lapicero y una pila de
folletos que difunden los productos
Hay un perchero vacío y una
repisa con cajas de plástico celestes
Miro el esmalte rojo de mis
uñas
¿Cómo es posible que una
persona trabaje en un lugar en el que el aire no circula?
El hombre regresa y dice
Que la mejor carta de
presentación la halla en mis manos
Los anillos combinar con el
maquillaje de mi rostro
Después
Que debo reconocer a qué
animales corresponden
Los distintos materiales de
la ropa
Reponer mercadería
diferenciándola por género
Ser ordenada en el cobro a
proveedores
Mantener limpio el local
Estar atenta a los detalles
Que nada falte y se venda
todo
Vuelve a sonar el teléfono
Pide disculpas y sale de la
oficina
Me pregunto si faltará mucho
para que termine este momento
Si me dirá que empiece hoy u
otro día
Cómo se referirá a mi salario
Tengo la impresión por la
decoración de la oficina
Que me pagará poco
Regresa el jefe
Empezaré mañana
No puede hablar de números
No quiere mentirme
Porque debería calcular a
cuánto cotizan las monedas internacionales
Y hoy no tiene tiempo
Pregunta si acepto
Le digo que sí
Me saluda con una palmada en el
hombro
Salgo de la entrevista
arrastrando los pies
Un despertador suena en mis
oídos como si no me hubiera levantado todavía
Meto las manos en los
bolsillos del tapado hasta tocarme el estómago
La cadena que tengo en el
cuello se achica
Los pies continúan un camino
de memoria que nunca hicieron
Cuando estoy por tomar el
colectivo para regresar casa
Saco monedas de la billetera
Y encuentro la página de la
revista que me atraía tan fría como yo.
V- Propio.
El despertador suena a las seis
de la mañana
En mi cabeza siento una nube a
la que le llegaron señales de un volcán
Preparo un té
Toco la taza caliente con la
intención de que el calor perdure en mis manos Hasta la hora de regreso
Abro la canilla de la ducha
Miro por la ventana la luz
del sol que se demora en alumbrar las horas
Me baño
Pienso en una película
oriental que traducía el ritmo de las propagadas
A las posturas corporales de
los personajes
Me peino
Enciendo la televisión para
que la luz artificial llene los huecos negros del cielo
Me coloco dos hebillas
La belleza exterior se
enfrenta con el carácter
La ropa que debo ponerme
enciende las cenizas del volcán
Un traje de gabardina negro
Una camisa blanca y un
pañuelo con la marca del local
Me saco la cadenita
Ordeno la cartera
El dinero que gane lo gastaré
en lo que quiera
Es mentira
Camino hacia la parada del
colectivo
Saco las horas por venir del
uniforme
Me concentro en los productos
por vender
¿Me los regalarán?
Llego al local y busco
miradas
El encargado de seguridad
dice
Buen día
Si querés hacete un café
Recién calenté el agua
Me quedo parada
Espero una orden
El encargado continúa
El dueño no llega hasta el
mediodía
Los clientes se agolpan en la
puerta
Abro cajas con mercadería
Acomodo sacos
Polleras largas
Camperas y minifaldas
Quiero ésta y la aparto para
tocarla cuando
Los clientes no me esperen.
VI- Vestidor.
Una señora saca del perchero
dos polleras para probárselas
Pase por acá
Le digo mientras señalo dónde
está el vestidor
Después de un rato
Las cortinas se mueven
Por el esfuerzo que implica
la ropa que le gusta
Podría acercarme y
preguntarle si necesita ayuda
Alcanzarle otros talles
directamente
E indicarle que afuera hay
otros espejos para que se vea mejor
El encargado de seguridad me
pide palabras
Podría tener amigos en este
lugar
Hasta la ropa parece
observarme
Pero la silencio doblándola
para vender.
VII- Molestia.
Una clienta que me preguntó
Varias veces si podía
alcanzarle una campera igual a la exhibida en vidriera
Pero que no escuché
Atenta al movimiento de un
jadeo en las cortinas del vestidor
Se molesta con mi actitud
¿Y a vos te pagan un sueldo?
Contame
¿Para qué?
Si no hacés nada
Vos sos una pérdida
De tiempo y dinero
Espero que el encargado
Acá
De seguridad
Tome nota de la situación
Y le cuente a tu dueño
Personas como vos no merecen
trabajar
Porque se nota que lo único
que te importa
Sos vos misma
Mirate cómo estás vestida
Horas seguro mirándote al
espejo
Para qué
Si no sabés hablar
Atender bien a la gente
Con la mirada tendría que
bastarte para darte cuenta
Que los clientes te preguntan
cosas
Pero vos mirás para otro lado
Porque no querés estar acá
Y lo único que te importan
son tus manos
Mirate las uñas
¿No te da vergüenza?
Esos anillos
¿De dónde los sacaste?
Ladrona sos
Una ladrona del tiempo ajeno
Y encima un dueño confía en vos
¿No ves que estás a cargo de
un negocio?
Un negocio
Pero conmigo no se jode
Así que alcanzame lo que te
estoy pidiendo ahora mismo.
VIII- Herida.
Si me dicen vení hacé esto
Yo voy y lo hago
No tengo problema
Hasta hace cinco minutos el
local estaba en silencio
Escuchaba los pasos del
encargado de seguridad
Ir y venir en busca de sus
horas
Cuando llegué el dueño no
estaba
Abrí las cajas
Y separé la ropa entre
aquella que no me gustaba
Y una prenda que dejé al lado
mío
Como una mascota
A la que sólo puedo darle
cariño
Porque no tengo dinero para
darle de comer
Entonces como suele ocurrir
Una clienta que entra saca lo
que no está exhibido
Por desconfianza
Y al quedarle mal la deja
hecha un bollo
Sobre un banquito de madera al
lado de la puerta
Quiero que se vaya
Pero sigue ahí
Quiere comprar
Tocar algo nuevo con sus
manos
A mí no me sale ofrecerle
Porque de lo que está colgado
No quiere que le hable
Para herirme.
IX- Propio.
El guardia de seguridad me
mira diciéndome
En dónde se vio que un
comercio
Quedara cerrado para sus
empleados
Y abierto para el público
Y me guiña un ojo
Para que cierre la caja
Baje la cortina
Barra el piso
Repase el baño
Pase un paño con lavandina
sobre el mostrador
Haga el recuento de lo que se
vendió
Guarde comprobantes de las
tarjetas en una caja
Coloque las alarmas en las
prendas
Remarque los precios
Deje constancia en un
cuaderno de lo que hay que reponer
Abroche las facturas para
entregárselas a los proveedores
Cosas que creo me dice
El encargado de seguridad con
un ojo cerrado
Mientras que el que está
abierto observa
Los sonidos de la calle
Y el humo del cigarrillo que
encendió
El kiosquero de al lado que
le presta revistas
A cambio de vigilancia
Imito los pasos que
ejecutaría
Si hiciera la tarea
Y antes de agarrar mi cartera
para irme
Guardo en ella la prenda que
quería.
X- Desilusión.
Una desilusión verme con la
ropa querida
Y me quedara vieja
No ser la mujer de la revista
Las piernas de otra época
La cintura ancha
Me la saqué rápido
Con la intención de un
recuerdo
Y ya no pude dejarla como era
Transformé la publicidad en
papel picado
Con una birome azul
Escribí la palabra mentira
del lado de adentro
Y dejé caramelos de menta
degustados en los bolsillos de adelante
Estoy apurada
La doblo
La vuelvo a meter en la
cartera
Y a la tarde
El encargado de seguridad me
pregunta
Por qué no llegué a horario
Que por mi culpa
Además tuvo que abrir la
persiana
Y atender al público
Yo no quise
Le digo
Mientras cuelgo en una percha
destacada
La prenda del rencor
Y miro el reloj que controla
mi pena.
El Método de la aprehensión del sabor cuando
desaparece la materia.
I-Caramelos.
Busco el sabor en la
exhibición
Los kioscos de la ciudad
Me hablan de un cuadro de
fantasía
En el que los envoltorios que
serán descartados
Componen nuevos colores en la
boca.
II- Distancias.
No es lo mismo saborear un
caramelo
Mirando el cielo
Hunde mis ojos
Transformando el gusto
En algo táctil y
transportarlo
Hacia donde la gente se
pregunta
Si la altura de nuestros
estómagos
Coincide con la palabra
sensación
Y discutir en un lugar
cerrado
Cuál es el momento de morder
En cambio en el piso
Miles de envoltorios dejados
en un cesto
Son sacados en una
constelación hacia la boca
De personas gustadas por lo
mismo
El papel produce un sonido
Que olvida el color de la
materia
Las huellas de las manos en
dirección de estrella
Llegan a mi mente.
III- La plaza.
A la mañana los juegos
guardan
Las sombras de los niños
Las palomas buscan la comida
Que los ancianos a cambio de
compañía les ofrecen
Alrededor los empleados la
ignoran
Como si no recordaran haber
estado en ella
El viento señala con hojas
secas
Los puntos en los que los
payasos
Se esmerarán en el dinero por
hacer
En un banco desenvuelvo un
caramelo
Y me lo llevo a la boca
El primer sabor azul pantalón
de colegio
Si lo muevo aparece el grito
de un padre pidiendo respeto
Quieto una rosa crece sobre
el césped que bordea una virgen
Si lo muerdo por equivocación
Pierdo el hilo de un
experimento
Que necesita de los otros
Aunque no estén.
IV- Materiales.
Una mujer vestida de negro mira
hacia el piso
Su cuerpo parece enyesado
Pero sus pies la mueven desde
la esquina
Hacia la parada del colectivo
De una de sus manos cuelga
una cartera
Que se adelanta a sus pasos
¿Sabrá ella más que ella
dónde quiere ir?
Su peinado la arrastra hacia
un lugar del que vuelve
Y sus anillos refractan en el
envoltorio de mis caramelos
Una mañana del futuro
Los materiales captan cómo
comunicar a dos seres humanos
No me atrevo
Y le envío señales invisibles
Como si al desechar un papel
escribiera
Quedémonos sentados por un
rato
A medida que se acerca
Sus pómulos se agrandan
Y sus uñas pintadas de rosa
sacan una pastilla de su boca
Que deshecha a mi lado sin
mirarme.
V- Encuentro.
La pastilla proyecta los
pensamientos de la mujer
Que tienen la forma de una
hormiga anciana
Mordiendo los bordes de una
hoja
Escucho un nuevo sabor
Y me saco de la boca el
caramelo
Para que el aire de la plaza
Lo pegue a la pastilla que
encontré
Busco dando pasos en puntas
de pie
Un lugar donde dejar la pieza
de museo
De doble cristal
Estoy seguro de que alguien
la encontrará
Para sumarle otra
Y así entender
El surgimiento de los espejos.
VI- Debajo de un banco.
Este es mío pronuncio
Con una sonrisa que sólo el
viento conoce
Todavía perdura su forma
Y el frío conservó su color
Saco del bolsillo de mi saco
una cajita roja con un ribete dorado
Que tiene una abertura blanca
en el centro
Y guarda el olor de las manos
de mi mujer cuando le propuse compromiso
En esa hendidura coloco el
caramelo encontrado
La cierro y la guardo otra
vez
La plaza comienza a poblarse
Es el momento
En el que no puedo interferir
Porque lo fundamental sucede
Cuando creyendo en los días
por venir
Me encuentro con las sorpresas
que otros me dejan.
VII- Antes.
Retardo el regreso a casa
Hasta que caiga el sol
Soy el que persigue a las
personas
Que compran dulces
Para entender la memoria de
la boca
Un hombre de traje con un
maletín negro
La billetera en la mano
Pide que le completen un
vuelto mientras mastica apurado
Un niño paciente
Extiende su mano en la que
entra la indicación de su madre
Una joven rubia con el
pantalón gastado quiere
Veinte caramelos de limón y enciende
un cigarrillo
Una anciana con una pollera
de lino azul
Una camisa blanca y un
pañuelo de seda natural en el cuello
Con voz imperceptible acomoda
los que eligió dentro de su cartera
Un hombre en pantuflas y un
control remoto en la mano
Reclama al kiosquero ser
atendido primero
Porque están pasando una
película de cuando era joven
Y señala los mismos caramelos
que compro yo
Algo me une a él
Y fijo la mirada en los
huesos de su cara
Su corte de pelo
El pliegue de sus medias
Un anillo con el cuerpo de
Jesús
Una medalla escapándose del
pecho
El aroma de su casa en la
vereda
Tomo nota de estas personas
A las que identifico con un
color
Para comprobar más adelante
la vida de sus gustos.
VIII-Dentro.
Vivo en una habitación en la
que entra
Una cama de una plaza
Una heladera
Un televisor
Un aparador
Un pequeño ropero
Dos sillas
Y una mesa
En la que creé una vitrina
que exhibe los caramelos
Que las personas dejaron para
mí en distintos rincones de la ciudad
En mi casa no hay luz
Y con la ayuda de un
encendedor
Abro la puerta
Busco una vela
Caliento agua para tomar una
sopa
Y cuando termino de cenar
Pasar un trapo sobre la mesa
En la que dispongo los
tesoros hallados con guantes de goma
El que encontré forma parte
del género
Casi con vida
Y lo arrastro con dos
palillos de cocina
Delante de otros similares a
él
Y le coloco un cartelito con
la fecha de hoy
La luz de la vela refracta
contra el vidrio
Y hace que lo perciba
moviéndose
Y supongo que no está
preparado para dormir aquí
Entonces lo saco
Destiendo la cama
Coloco otra colcha
Aliso la funda de la almohada
Me pongo el pijama
Y decido dormir con un regalo
en la boca.
IX-Comparación.
Una simple llama proyecta
sobre el techo
Las sombras de mis muebles
En la oscuridad estelar
Mi colección no se distingue
Por eso coloco el caramelo entre
la muela y el cachete
Con la intención de indicar
su existencia
Sobre mí un dios negro trastoca
el esfuerzo de los días
En mi boca la recompensa
De una tarde de verano
En la que la única preocupación
Era entender cómo se hacía
Para pasar el tiempo en
compañía de un amigo
Nuestras madres habían dicho
Si no quieren dormir
Tienen que jugar lejos
Para no molestar a sus padres
que trabajan
A sus hermanos que lloran
Pateando piedras hacia el
fondo
Rompimos el silencio mordiendo
dulces
Terminarlos
Pedir dinero
E ir a comprar más
Era estar alertas de que no
faltaran novedades
Si mordiera ahora el caramelo
que no quiere dormir solo
Desaparecería el efecto de
estar con alguien otra vez.
X- Él.
Manejo un auto rojo que tiene
los vidrios limpios
Y una radio en la que pasan música
de provincia
Tengo puesto un jean y una
camisa deportiva
La última vez que usé estas
zapatillas
Fue para estrenar un sabor en
una vereda lejana
Viajo durante horas
Mirando la frente de los
camiones
Las nubes blancas que dejan
mensajes en el cielo despejado
Pájaros huérfanos
No hay peajes ni carteles
Gente no hay
El camino es la memoria de un
amigo
Hecha de envoltorios que
retratan nuestra infancia.
Augusto.
I-Ritual.
Tomo un café
Me miro las manos
Los años que lleva este
anillo en este dedo
Debería comer
Abro la heladera y saco pan y
manteca
Pero ni una sola miga deseo a
esta hora de la mañana
Levanto la persiana de la
cocina
Y dejo el vidrio entreabierto
Las palomas se asoman a mi
casa
Y les convido comida
Si no tuviera más fuerzas
Me haría llevar por dos de
ellas adheridas a la espalda
Y siento ganas de pararme
Para traerles agua en la tapa
de un frasco de mermelada
Una picotea la manteca dejando
mensajes
Que relaciono a través del
color
Al vestido que usé para la
primera comunión de Augusto
Calor siento
Como si los invitados me
felicitaran
Y yo caminara de un lado al
otro
Para que no faltaran
sándwiches
Los adornos sobre la mesa
Las estampitas en una canasta
blanca de mimbre
Los vasos llenos
El timbre por sonar
Y cada tanto descansar en la
antesala del baño
Para controlar los rasguños que
me dejaban las sandalias nuevas
Y colocarme curitas con los
gestos de una flor.
II-Media mañana.
Coloco una manta sobre el
piso de la cocina
Y me acuesto
Cierro los ojos e inhalo
Cuando era chica dibujaba
casas que ocupaban la superficie de la hoja
Ni un pedacito quedaba para
un árbol
El sol
Un perro
Las nubes
Un automóvil
Pero cada integrante de una
familia rica tenía su dormitorio con baño
Con cada exhalación el viento
de ahora
Lleva hacia ese lugar a las
palomas que desayunan por mí
Estiro las puntas de los pies
y alcanzo el zócalo de madera
Que logré pagar cuando
Augusto cumplió 10 años
Cierro los puños y envío una señal
hacia el centro de mi columna
Dos alas grises y blancas se
despliegan
Con las manos me toco el
estómago
Vacío de alimento
Negro de café
Boca abajo huelo el sabor del
piso
Y abro los ojos con la
intención de agarrar una cuchara de madera
Y cerrar las ventanas para
que el aire no apague el horno
Sacarme el pijama y cocinar
la forma de alcanzar
Lo que quiero aunque esté
lejos de mí.
III-Delantal.
Al descolgar el delantal
De la pared cae el clavito en
el que estaba
Lo busco palpando el suelo
Seguro haya quedado debajo de
la heladera
Atorado en el zócalo
Enganchado a un pelo adherido
a la pata de una silla
Me levanto de golpe
Y una nube negra con
estrellas doradas a la altura de mi cintura
Me mantiene unida al clavito
que perdí
Perdido podría ser el nombre
de un postre
De una tarde
De una seguridad
De un proyecto
De una persona
Y me estiro las medidas para
que me calcen mejor las zapatillas
Enciendo la hornalla más
pequeña de la cocina
Y coloco una cacerola con
medio kilo de azúcar
Revuelvo la bruma blanca
La bruma marrón
La bruma negra
Hasta que el líquido sea el
estado de una forma
El olor invade la casa
Y me limpio las manos sobre
el delantal
Que tiene abrazos de niños preguntando
por la hora del postre.
IV-Amiga.
Desde que nos conocemos
Una vez que pasamos la tarde
juntas
Nos llamamos por teléfono para
saber si tenemos alguna noticia
Producida en las 20 cuadras que
separan nuestras casas
Es una manera de decirnos
buenas noches con otros colores
¿A qué no sabés a quién vi?
¿Adiviná con quién estaba?
Tengo sueño y los chicos de
al lado se pasan un manojo de llaves
Que esperan visitas
Envases de vidrio se chocan
en una bolsa de nylon
Tendría que haberme quedado
en tu casa a dormir
Y eso que te pregunté por qué
te ibas si éramos las abanderadas de la tarde
Si fuera por ella deberíamos
vivir juntas
Mi amiga no entiende el
silencio de mis mañanas.
V-Servida.
Una amiga nunca vendría con
una asadera caliente
Y la dejaría apoyada sobre la
mesa
Sin avisarme que tenga cuidado
Que si me doy vuelta me puedo
quemar
O con un tenedor del que
colgara un fideo largo como una sonrisa endeble
Y me insistiera
Por favor probalo
Decime ¿No ves que las pastas
se me pasan siempre?
Y cuando aceptara me diera
cuenta
Que el fideo no había sido
soplado
Y la sonrisa me hiciera
llorar la lengua
Y agregara
Vos sentate allí
Señalando con un dedo
especial por sus anillos dorados
Una silla común
Y yo aceptara el lugar con
una campanita en la mano
Que hiciera sonar para
molestar a alguien
Y justo salieran de abajo de
la mesa
Unos chicos que se confunden
con las frutas estampadas del mantel
Con cuerpos de hijos y
rostros de tortas
Pero no vendría una amiga a
decirme
Soplá las velas que hoy es tu
cumpleaños
Sabiendo que apagaría los
ojos
De unos niños que me hacen
escuchar una melodía que persiste
Cuando la casa está callada y
huele a fósforo
Porque si las soplara me
quedaría a oscuras para siempre.
VI-Un regalo.
Si me levanto a la madrugada
En la cocina se escucha la
música que producen los tenedores
Los cuchillos y las cucharas
dentro de los cajones
El delantal colgado en un
nuevo clavito
Proyecta sabores de una
promesa
Los manteles de fiestas
guardados en el aparador
Se vuelven reales sobre las
mesas.
VII-Creencia.
No son trapos le digo a mi
amiga
Mi ropa son banderas de la
casa
Ella enojada
Tenés que salir
Tu familia no es el mundo
Yo no tengo problemas en ser
mirada afuera como estoy en la cocina
Este es mi uniforme diría
Como otros usan viseras y
mamelucos
A mí las cosas que decoran no
me llaman la atención
Sino el sonido de las creencias
masticadas.
VIII-Receta.
En un bol agregaba
Azúcar derritiéndose y
parafina
Hacía bollitos a los que
previamente les colocaba una mecha
Velas comestibles
Masitas para encender
Una vez que cerraba el horno
La llama que no veía proyectaba
su sombra sobre mis manos
Y ellas cambiaban su forma mientras
esperaba la cocción
Acostada en el piso intentando
mirar
Un punto de la madera del
techo
Que no se volviera oscuro de
golpe
Con los destellos de colores
de un mareo
La media hora pasaba en cinco
minutos
La palabra vocación se
traducía en colocar las masitas en mi regazo
Y no faltaba fuego para
encenderlas
Ellas se consumían de todas
formas
Alguien sintiéndose agasajado
las comía.
IX- Composición.
Si abro las puertas de las
habitaciones de mi casa
No salen los perfumes que les
pertenecen
Abro entonces
Los cajones de la ropa
Las tapas de las cajas de
cartón donde se acumulan
Papeles
Alhajas
Figuritas
Collares
Muñecos
Discos
El silencio construye
Una sinfonía con colores
Y cierro lo ojos para
entender adónde van
El tiempo que viven los
objetos
Es extraño a la piel
En mi casa cada sensación halla
un sonido
Que rebota en las sombras
Extendiéndolas hacia la luz
de la mañana.
X- Golpear.
Una mañana mi amiga golpeó la
puerta
Pero por qué
Si sabe que estas no son
horas de interrumpir
Su cuerpo diminuto a través
del ojo de la cerradura
Cada vez más fuerte
No la voy a atender
Mientras me sacaba los
zapatos para no hacer ruido
Y caminaba en puntas de pie
hasta la cocina
Con la espalda gacha para que
no percibiera
Mi sombra por la ventana
Y una vez que estaba servido
el café
La heladera induciendo mi
apetito
Las palomas sobrevolando la
mesa
Escuché que gritaba
Sé que estás ahí
Abrime que traje algo para
darte
Pero ni los regalos me
entusiasman cuando arruinan un momento
En el que observo las
cortinas de la casa moviéndose
Marcando los pasos de baile
de los niños.
El vendedor de frutas.
I- Descarga.
No es que no necesite guantes
Pero las astillas ya no se
ven
La piel se acostumbra
Y las lastimaduras en
contacto con las frutas cicatrizan rápido
Además siempre hice pasar mi
vida por estos cajones de madera
Así como los ves sostienen
pensamientos
Mientras madura la mercadería
Desde chico ejecuto los
mismos movimientos
Brazos arriba saco un cajón lo
dejo en el suelo
Hasta completar una torre de
cinco
Brazos abajo y arrastrarlos hacia
adentro
Después es más fácil
Sentado en un banquito ya es
cuestión de observar
A veces las frutas llegan
tarde
Los colores salpican la
rutina
Y aunque el trabajo se haga
más rápido
Te apena tener que tirar aquellas
que ayudan a cicatrizar
Las heridas de la
transportación.
II-El color de la casa.
Cuando era chico el amarillo
limón
Una casa
Ordenarlos era tener un
espacio
No como mis primos que me los
sacaban con los pies
Y así de un lado al otro
Hasta que mis padres
No se juega con la comida
O me ponía a llorar
Porque eso no era jugar a la
pelota
Sino hacerme marear por la
fantasía
De lo que yo quería tener
Un día mis padres se fueron
al mercado
Y me dijeron
En esta bolsita están las
monedas
Allí abajo las bolsas
Si vienen a comprar
Tratalos con cara de mariposa
Pero yo no sabía hacer
cuentas
Sino solamente ordenar
Entonces cuando llegaban los
clientes
Me hacía el sordo
Y seguía mirando los canastos
de frutas
Cómo puede ser que este niño
no sepa atender
Para qué lo dejan solo
Y cuando se iban sacaba los
limones
Hasta construir un dormitorio
En el que las palabras de los
vecinos no entraban.
III- Menta.
La única amiga que tuve perdía
los útiles escolares como yo
Su madre le decía inútil
Y mi padre me decía
Ya vas a ver cuando todos
lleven sus cartucheras llenas
Y la tuya esté vacía por tu
culpa
A medida que escuchábamos los
retos
Caminábamos hacia el fondo que
unía nuestros jardines
Ella decía
Mirá lo que me quedó de todo
lo que tenía
Y me mostraba un lápiz negro
Y yo sacaba una goma de borrar
que guardaba en el bolsillo del guardapolvo
Cuando seamos grandes no nos
van a importar estos objetos
Si se puede escribir con
cualquier cosa
Y pisábamos hojas de menta
contra las baldosas
En las que quedaban las
iniciales de nuestros nombres.
IV-Ojo.
La gente dice que uno se
acostumbra a todo
Pero en este caso mis ojos
después de tantos años
Se siguen sorprendiendo de
los colores de las frutas
Tal es así que por estarles
encima tengo una enfermedad
Por la que el ojo desciende unos
milímetros hasta la piel
Como una almeja que busca las
profundidades de un hoyo de agua
Para respirar
Por suerte tengo comprometido
uno solo
Sino tendría que haberme
dedicado a otra cosa para subsistir
El doctor que me atiende dice
Vos sos un piola bárbaro
Con uno trabajás
Y con el otro te vas de
vacaciones
No entiende que no me causa
gracia
Haber perdido el dominio sobre
una parte de mi cuerpo
Él lo relaciona con una
patología del entretenimiento y asegura
No te hagas el vivo conmigo
A quién no le gustaría buscar
una playa con una parte del cuerpo
Que no sea contar para
ordenar y vender.
V-El método.
Hasta que un día después de
tanto ir a verlo
El doctor viene a mi lugar de
trabajo
Deja un ramillete de menta en
el piso y dice
Ahora respirá profundo
Tocá la hierba y sin mirarla
Separá las hojas secas
Me concentro en un calendario
colgado al lado del mostrador
Con la imagen de San Cayetano
Me acuchillo despacio pero ni
bien la toco
Declino apenas la vista
El doctor insiste
No
No
La vista siempre en el centro
Un punto intermedio entre el
piso y el techo
Si no lo intentás la
sensación de pérdida quedará latente dentro de tu piel
No es tan difícil
Cuando la mercadería esté en
el piso
Deberás acostumbrarte a ver
con las manos
Alcanzo el ramillete y mis
manos no saben qué partes sacar
El doctor dice
Dejate llevar por la textura
y el olor
Pero de esa manera extraño
acostarme en el jardín de mi infancia
Y que las palabras de la
tierra salgan al encuentro de mi nombre
No sirve respondo
No hay nada peor que
sostenerse con recuerdos
Apoyo en el piso el ramillete
de menta repleto de hojas secas
Y el ojo como una bolita desciende
por una pendiente.
VI- Dispositivo.
El doctor dice
No existe el cansancio cuando
se trata de encontrar soluciones
Cortaremos hileras de apio y
con una cinta adhesiva
Las pegaré en tus pestañas
inferiores
De manera que paralicen al
iris ni bien se precipite
No te muevas
Mirá hacia arriba
Un punto intermedio entre el
techo y tu mente
Y me pregunto
¿Cuánto durará el
tratamiento?
¿Qué pensarán los clientes
cuando me vean?
¿Cómo las correré de mi cara
para besar a mi familia?
¿Se despegarán al dormir?
¿Cada cuántos días tendré que
cambiarlas?
¿Será suficiente esta verdura
o tendremos que agregarle otras?
El doctor dice
Sé lo que estás pensando
Pero si hablás te lastimaría
Y aparece un olor
El guardapolvo del médico es
una nube blanca que me esperanza
Plagado de moscas.
VII- Cara.
En el espejo del botiquín del
baño
Miro el ojo estrella y le
digo al doctor
Tendría que haber probado un
dispositivo más delicado
Mirá lo que parezco
Un payaso pobre
Un arlequín despintado
Hasta cuándo tendré que estar
así
Y contesta
¿Te parece hacerme esa
pregunta después del tiempo que le
dediqué a tu cara?
Ahora tomemos un mate y
observemos si hay que modificar alguna parte
¿Cómo te sentís?
Y no sé qué responderle
Mientras huelo el humo del
caño de escape del camión
Que a esta hora tocaría la
bocina
Para avisarme que descargue
mercadería
Y no lo hace
Porque desde afuera no me
reconoce
Detrás de esta valla que
impide la precipitación de la mirada.
VIII- Vacíos.
Pero al revés
Cuando los clientes entran
charlan
Con tu nueva cara no nos da
miedo
El vacío que queda entre
Nuestros cuerpos de compra y
la venta de mercadería
Que procede de tu ojo de apio
No es un disfraz esto que te
pusiste
Realza tu dedicación al
trabajo
Y sin darme cuenta por lo
emocionado que estoy con sus palabras
Nos chocamos
Y ellos sin saber el por qué
de mi prótesis
Se agachan para evitar que
mire directamente el piso
Es necesario encontrarse con
personas que lo ayuden a uno
A recuperar el dominio físico
de las sensaciones.
IX- Clienta.
Pongo cara de pierrot
Para retardar el saludo de
despedida de una clienta de todas las mañanas
Con el ojo despejado le digo
Te regalo la mercadería que
quieras pero
Quedate conmigo hasta que se
me pase la enfermedad
Me limpio las manos en el
delantal
Me toco el pelo
Escucho el peso de las bolsas
que tengo en las dos manos
Miro hacia afuera
Tres rayos de sol traspasan
el color de los tomates
Proyectando su sombra en el
suelo
Y pienso que me acostumbraría
al vaivén de mi ojo
Si una persona se entregara a
su oportunidad de una charla casual
Y cuando las personas que
quiero no interpretan mi cara
Me dejo llevar por el reflejo
de la bandeja de la balanza
A la casa de mis abuelos en
la que la comida no llenaba los platos
Y los chicos hacíamos sonar
los mangos de los cuchillos sobre la mesa
Pidiendo más.
X- Caza.
La clienta se va
Y recuerdo cuando de chico
Salía a cazar perdices con el
propósito
De llevárselas a mi madre y
que ella interpretara
No sé contar pero puedo
traerte comida
Para atacarlas debíamos
acuclillarnos y fijar la vista a una distancia profunda
Entre el pasto y la piedra de
la gomera
Las pestañas de ahora
deberían comportarse como un arma
Y los ojos dispararse hacia
el centro de un animal silvestre
Pruebo la puntería quitándome
la estrella del ojo
Y exigiéndole
Trae la presa sin una madre
que agradezca
Para depositarla sobre un
mantel con flores.
Los días en viajes.
I- Al amanecer.
No hace falta que suene el
despertador
Mi marido abre los ojos
Cuando el gallo de la casa de
al lado
Comienza a cantar a las cinco
de la madrugada
Sus primeras palabras son
El día que este animal muera
No voy a ir más a trabajar
Y respondo
Lo que más quiero en la vida
es que te quedes en casa
Cuántas cosas podríamos hacer
juntos
Que no sabemos por una
obligación
Y pensá que te nombro todas
las veces que puedo
Para que los chicos no crean
que los adorás desde una foto
Ahora mismo mataría a ese
animal
Aunque las horas muertas no
nos traigan platos de comida caliente
Ya sé que no es verdad
Pero tienen que existir otras
maneras de despertarnos
Para saber que antes de una
larga jornada
Ocurrirán cosas increíbles.
II- Compañeros.
Saben que no pueden
molestarme mientras viajamos
Son dos horas que aprovecho
para dormir
Una vez que a uno se le dio
Por tocarme la oreja con el
capuchón de una lapicera
Casi lo hago un juguete
Ellos pensaron que los estaba
cargando
Cuando vieron mi cara
convertida en un puño
Pero no
Con eso no se jode
El sueño enfrentarse con el
frío.
III-Las horas de la casa.
Las horas de la casa no pasan
A la velocidad de un tren
Que comunica un punto en la
periferia del paisaje de las emociones
Con otro sobre un andamio de
la ciudad
Los broches de la ropa
escasean
Para escribir necesidades en
el aire
El pelo de mis hijos enreda el
tiempo animal
Acá tienen
Y les tiro unos huesos a los
perros
Tomen la leche
Hagamos mandados
Compremos un sacapuntas
Pongamos dos sillas cerca del
horno por si la lluvia
Nos hace descolgar la ropa
Las agujas del reloj son
inyecciones
Que indican que el padre
regresará pronto
Y los acompaño a ver la
televisión
Encender el velador del cuarto
Buscar los pijamas
Mis brazos convertidos en
vallas los abriga en el ensueño
En el que nos acostumbramos a
mirar las estrellas decir
Papá nos quiere con los ojos
cerrados desde el asiento de un vagón.
IV- Bolso.
Llevo el bolso al hombro
Pesan
Los zapatos con suela de
cemento
El pantalón en los bolsillos
Guardan cartas que mis hijos
me dejan en sus camas
Cuando los saludo con un beso
en la frente
Esta camisa tiene botones de
acero
Los años que llevo sacándole
a mi señora
Sonrisas con paseos de los
sábados
Este sombrero es la historia
de un animal
Que le gruñe a los golpes de
martillo
Y un olor encuentro
Que viene del fondo de los
días
Junto a una jabonera y una
toalla
Que al atardecer sacan el
polvo
El cierre metalizado sobre la
lona azul
Es una palabra que se
manifiesta en la piel del trabajo
Que rasguña hasta terminar
hileras de ladrillos
Abierto
El bolso
Repite en silencio
Mi nombre.
V- Monstruo.
Después del colegio los hijos
dicen
No queremos lavarnos las
manos
Hacer pis
Atarnos los cordones de las
zapatillas
Pero la comida está servida
Apúrense
Ellos no escuchan mis
palabras
Emitidas desde la cocina
Porque la televisión está
encendida
Entonces me acerco con un
repasador en el hombro
Y una cuchara en la mano
Y repito
Ahora van a hacer lo que les
pido
Pero ellos obedeciendo los
ladridos de un perro exterior a la casa
Se chusan y los separo de las
lenguas hasta sentarlos
Sus miembros dislocados de
caprichos
Hacen tambalear la mesa
Y es el ruido de la madera
contra la loza
El que provoca un hundimiento
Un vaso de agua
Dos cucharas y un pan tapan
las huellas por donde pisamos
En las manos siento acercarse
los rayos del sol
Con ellos escribiría frases
sobre las ventanas
Que captaran la armadura de
las horas
Pero el sol quema
Y lo empujo hacia las patas
de los perros
A su áspera cabellera y
derribar sonrisas
Las manos me digo en el
disparo
Que preparó la comida.
VI- Nada malo sucederá.
A mayor altura
Los colores se vuelven
monocromos
Celeste
Gris
Blanco
Vacío
De espalda los mezclo con los
tonos de mi mente
Pumpumpum
Late mi corazón pincel
Y se produce un paisaje
En el que mi señora camina
por la playa
Los juguetes de mis hijos se
reflejan en mis ojos
Mientras evito el color
frágil del mar
El viento adquiere la
materialidad de nuestros accesorios
Como la cámara que llevo
colgada al cuello
Y cada tanto pedir sonrisas
A veces no hace falta revelar
fotografías
Sino el tiempo de la concentración
La luz es perfecta
Nuestros trajes de baño son
notas musicales
Para no marearme.
VII- Mandados.
Las tardes son para desplegar
el aire de la casa por las veredas
Miro las puntas de mis
zapatos gastadas
Llegará el día de estrenar
unos nuevos
Para los recorridos de la
comida
La canasta toma de las manos
a mis hijos
Los pájaros cantan escondidos
en las copas de los árboles
Después de haber vencido
La danza de las sábanas
calmar el llanto de la siesta
Lo que debo comprar se
escribe mientras camino
Mientras vuelvo a querer las
horas.
VIII- Cómo llego al amor.
El tiempo de estar parado se
venga a la hora del amor
Las piernas de soldado no
ceden así nomás
A la suavidad de las sábanas
con perfume
¿Otra vez?
Pregunta mi señora
Y con cara de paloma le
contesto
Yo no soy esta pose
Mientras trae almohadones de
apoyo
Que confunden más a mis
piernas
Es un mal dice mi señora
Tu trabajo discapacita
nuestro amor
Y le pido que salgamos al
patio
Porque afuera adquiero las
órdenes
Que el cuerpo necesita para
saberse útil
Mi señora teme confundir las
estrellas con lo que hay que comprar
Pero sentados sobre una manta
debajo del tendedero
Confiamos en que los vestidos
de fiesta que estuvieron colgados alguna vez
Puedan soltarse y hacernos
bailar en el pasto.
IX- El sátiro.
El cuerpo queda rendido
Cuando el amor le saca el
plomo de las horas
Y caigo en un sueño profundo
En el que el sátiro del
barrio con ojos de conejo
Me pide que lo acompañe a su
casa para darle de comer
Le digo que no tengo tiempo
Pero él insiste mostrándome
su bicicleta
Es rápido
Después puedo llevarte hasta
tu casa
Para calmarlo le pregunto dónde
vive
Y responde que debo seguirlo
para encontrar su dirección
Porque falla su memoria
Las bolsas de supermercado
que cuelgan de mis manos
Buscan a mis hijos
Si corro me alcanzaría con
sus yantas
Entonces me subo al manubrio
de su bicicleta
Con la intención de donarle
la cena para la noche
¿Me encontraré con alguien al
que le diga
Estoy siendo llevada por un
hombre que no quiero?
Y los pájaros posados en sus
anteojos lo hacen caer
En cambio de huir para que no
mire su herida
Grito y los vecinos me
encuentran.
X- Hierba.
Acostado sobre el pasto toco
la hierba
Y me llevo un ramillete de
menta a la boca
A falta de una pastilla que
aquiete el movimiento de la sangre
Sobre este bosque que mi señora
dice no está encantado
Construiría una casa hermosa
Ya falta poco imagino
Para contarles a mis hijos la
historia de mi nombre
Y el ruido de mi mente los
despierta
Hasta que vienen a buscarnos
Los tomo de las manos para
saber cómo son.
La vida que a las fotografías se les impide tener.
I- Chica.
Hay una chica que me gusta
Ella lo sabe
Pero da vuelta la cara cuando
la miro
No creo que no le atraiga
Quizá siente vergüenza por no
quererme tanto como quisiera
Que hasta sería capaz de
darme un beso en la boca con los ojos
Si salgo a buscarla
Suena el timbre de mi mente
Llamándome la atención sobre
palabras
Que mi cuerpo nunca había
entendido
Si atiende pensará que no me
importo
Cómo olvidé el abrigo
La mochila
Y le diré que su cuarto me
quedaba de paso
Hacia otro lugar que
inventaré mientras la encuentro.
II-Salir.
Ella no está
Toc toc golpean mis manos
Sobre una puerta de la ciudad
vacía
En el bolsillo de mi pantalón
Guardo monedas con las que
compro pastillas de menta
Que me entretienen para
buscarla
Doy vueltas a la manzana de
los días siempre iguales
Para despertar una
discontinuidad cerca de su trabajo
Acá estoy
Le mando señales de zapatos
nuevos
Mimetizados con los colores
del kiosco
En el que quisiera abrazarla.
III-Los libros de la tarde.
No verla constituye un
fracaso para mis piernas
No me arrastren a mi
dormitorio como si no hubiera salido
Y se arquean atorándose entre
los vacíos de las baldosas
En un banco de plaza me
siento para explicarles
Tienen que ser fuertes y si
no saben
Imiten los mangos de una
carretilla
Con mis pensamientos las
ubico en una obra en construcción
Para que vean lo que
considero una enseñanza
En la cocina de mi casa está
mi madre
¿Cómo no vas a comer hoy?
Pregunta con ganas de que le
haga compañía
Después de haber estado
haciendo cosas para todos
Busco silencio con un tono de
voz que prueba sus verduras
Desde la culminación de una
escalera
No quería molestarte contesta
con la cabeza rígida
Sabiendo que sus manos
acomodarán el mantel
Sobre el que ahora almorzará
sola
Mi cama es una camilla para
estas horas
Pero no le doy el gusto
El sol del mediodía entra por
la ventana y señala
Aros de claridad sobre mi
biblioteca pequeña
Los colores de las revistas
solucionan instantes
A mi lado una tijera titila
Y me dispongo a crear una
maqueta de mis sentimientos
Una ciudad dentro de una casa
En la que algún día viviré
con la persona que más quiero.
IV-Llega.
A la noche toc toc toc
Hola
Cómo estás
Pasaba por acá
Y no quería dejar de
saludarte
Querés tomar algo
Y ella no sabe
Porque un trago podría
indicarle a la noche
Que vino a verme por una
excusa distinta
A la que siente
Insisto
Toma un sorbo de gin y se
atraganta
Su saliva deja estrellas en
mi ropa
No es como vos creés
Tantas horas en un mismo
lugar
No me separan de la alegría
del mundo.
V-La intensidad tuerce el camino.
Hago un esfuerzo para que mis
brazos no la alcancen
Pero no puedo y aprieto donde
a ella le incomoda
El peso de mi amor sobre sus
espaldas
Soy un tonto y el momento no
vuelve a ser el mismo
Ella lo interrumpe con
palabras inmediatas
Que brotan de mi habitación
hacia su mente
Quién te regaló la biblioteca
Por qué tenés tantos bolsos
colgados en el perchero
Qué guardás en ese cajón
Si querés abrirlo y fijate
No es una niña pero sus
piernas contentas de permisos
Sacan fotografías que había
olvidado
No puedo creer cómo no sabías
qué guardabas
Y es verdad desde que ella
entró en mi casa
Mis cosas dejaron de
importarme
Qué significan estos paisajes
Representan la historia de
las instituciones
Desde el primer amojonamiento
hasta la última mano de pintura
Me entusiasma ver lo que
crece
Y ella pregunta con la mirada
cómo sería la historia en fotografías de nuestra relación.
III- Tiempo niño.
Ella toca las fotografías una
y otra vez
No le parece aburrida la
repetición del procedimiento
Al revés
Como si hubiera encontrado
una manera de adueñarse de algo
Es increíble cómo mirando una
misma imagen todos los días
Te pertenece por los detalles
que otros dejan pasar
Serías un padre dedicado
Las tardes con tus hijos
mirándolos crecer
Aquí están las tazas para la merienda
Ahora pongamos una música
Los juguetes se guardan en
estos canastos
Y a cambio sabrías cuál es el
tiempo niño
Mientras habla me encantaría
ser el padre de sus hijos
Pero ella en cruda
comunicación con lo que callo
Lo auténtico es que sigas
sacando fotografías
Porque no se es padre por
complacer a una chica
Esta vez no le respondo y
cambio el disco
Ella enciende un cigarrillo y
toma un sorbo del trago que le preparé
Me siento a su lado y quedan
fotografías revueltas entre nosotros
Mirá le indico
En el otro cajón guardo la
cámara
Por qué no la traés e
inventamos una manera
De adueñarnos de lo que nos
pasa
Tendría que empezar por vos
Pero se la quito y sale
disparada una fotografía
Que registra sus zapatos
El piso y mitad de su pierna
Y nos dejamos llevar por esos
detalles que entre nosotros
Se presentan como ráfagas de
luz rayadas.
VII- Ropa.
El perfume de su ropa en la
mía
Es el abrazo del que se
escapó
Así retardo la hora de
quedarme dormido
Mañana tendría que mostrarle
las fotos que configuran nuestro cariño
Los zapatos
El piso
Las piernas
Un fragmento de la mano
Discos en una repisa
Nuestros abrigos
Ella al llegar a su casa
sacude la cartera para el otro día
Se pone el pijama
Y elige un libro al azar
En los espacios en blanco
aparecen las palabras que le envío
Mi mano busca la suya en un
globo
Que en la noche desfigura la
ropa del día.
VIII- Sonidos.
Me despierto con el sonido de
la lluvia
Mi madre golpea la puerta del
dormitorio
Entra con la bandeja del
desayuno
El vestido que se puso hoy choca
con la sensación que me dejó el sueño
No es ella a quien quiero ver
Y deja la bandeja sobre el
escritorio
Cuando cierra la puerta
El programa que me proponga tendrá
el ritmo de la lluvia
Y sin salir de la cama
Compongo canciones con las
fotografías que sacamos la noche anterior
Las palabras se privan de mí
y las guardo en mi bolso con la intención
De que la chica que me gusta
las escuche cuando termine su trabajo
Salgo de mi casa sin paraguas
Dejo que el agua me convierta
en el cantante que quiero ser
En un bar la llamo por
teléfono
Apurada
Esta no es nuestra hora y
corta
Sobre la mesa la melodía se
rompe
Y con un café paso la tarde
Haciendo lo imposible para
que la letra siga intacta
Miro fotos y las mancho con
gotas de café
Perlas de un collar que
hilvana su trabajo
Y mis ganas de mostrarle las
canciones que dejé
Que el día compusiera para
ella.
IX- Insistencia.
Ella sabe que la espero
Y viene a buscarme
Basta
Tu insistencia me confunde
Por qué vino si no quería
verme
No se lo digo porque está
mojada
Y sus ojos proyectan lagunas
artificiales en las que podría nadar
Si no entendés mi tiempo
No me querés
Tu ansiedad me controla
Sos una mala madre
No te quiero ver nunca más
Mirame cuando te hablo
No mires mis piernas
Mi temor
Su cuerpo se hincha
Soy un hijo que pierde la
cabeza
Y el ruido de la lluvia se
transforma en una batería
Que nos paraliza en cambio de
hacernos bailar.
X- Acciones.
Pido la cuenta
Me levanto
Y salgo a la vereda
La chica que me gusta
Se sienta en mi lugar
Y observa las fotografías
sobre la mesa
Mi silencio la hace escuchar
las canciones
Camino sin rumbo
Las horas pasan
El bar en el que estábamos cierra
las persianas
La puerta de su casa indica
que no hay nadie
Mi dormitorio retiene su
perfume
Abro la ventana para que el
aire guíe mi respiración
Me enfrento con el tiempo
museo
Aquí nada se acumulará
Y desatornillo los cajones de
la biblioteca
Bolsas de nylon negras me
ayudan a tapar lo que ya no quiero ver
Sentado en el piso
desenvuelvo una pastilla de menta y enciendo un cigarrillo
Preparo la cámara para que
dispare objetos desordenados
La campera mojada sobre una
silla
La puerta
La tijera
Las fotos en las que no estoy
precipitan acciones
Y me duermo con las manos
sobre los ojos
Presionando la aparición de
un color.
Lo que hace infeliz a una persona cuando otras le
llevan la corriente.
I- Caprichos.
No dice el marido
Tus caprichos me cansaron
Si querés ser una huérfana
musical toda tu vida
Selo
Pero a mí no me provoques más
Voy y vengo como un tonto
Buscando las canciones que
una vez
Tus padres te cantaban
No se consiguen y no creés
Pensás que quiero lastimarte
Que el mercado te lo hace a
propósito
Tenés que conformarte y eso a
vos te hace llorar
Ni siquiera te contenta que
haya puesto el auto
A disposición de tus caprichos
Yo manejo
Pero vayamos a otro lado
Donde las canciones se
estrenen
Vos odiás esas cosas
Y decís
Ya nací y quiero que mis
padres vuelvan a cantarme.
II- Las pantallas de las
lámparas.
Quién le dio permiso para que
escribiera
Sobre las pantallas de las
lámparas
Los amigos llegan
No sabíamos que los mensajes
entre ustedes
Se eternizaban de esta forma
Hay que comprar un kilo de
lechuga
Dos kilos de pan
Una tableta de chocolate
Una botella de vino
Los hijos con sus cuerpos
tapan los deberes
Pero las palabras se
proyectan en la pared
La madre salió y la heladera
está vacía
Los hijos tendrían que buscar
lo que necesitan
Pero no entienden la forma de
la noche con la que su madre
Les pide que la ayuden con la
casa
Los hijos tienen hambre
después del colegio
Y el padre no llega hasta la
hora de la cena
Los amigos proponen obedecer
el dictado que dejó la madre aunque se fuera
Buscan monedas por los
rincones
Tantean los bolsillos de los
pantalones del padre
El medio con el cual complacer
un pedido
Un vuelto no alcanza
Y los hijos lamentan no
saciarse con palabras.
III- Una remera dada vuelta.
El hijo usa un uniforme
Excepto los domingos que en
un cajón lo esperan
Una remera y un pantalón que
lo hacen sentir a favor del día
Pero esta vez camina hacia el
placard
Y observa el cajón a medio
abrir
Su remera blanca dada vuelta
y una carta
Hijo
Te quiero con todo mi corazón
Aunque a veces parezca que
tuviera el tamaño de una pastilla de menta
De ahora en más te compraré
muchas
Para que lo toques con las
manos
Y agrandarlo en tu cuerpo una
vez convertido en alimento
Espero no lastimar con mis
palabras
Tu ansiado aspecto de
fin de semana
Como trabajo era una
manera de que me tuvieras cerca
De molestarte
Espero que la duración
sea la de la disolución de un dulce en la boca
Prometo comprarte otra
igual
El hijo rechaza la
remera
Porque las letras se
transparentan del lado bueno
La hace un bollo y la
deja en el cajón de la mesita de luz de la madre
Diciéndole
Tu esmero lastima el
aspecto de mi libertad.
IV- Una tijera.
Mi madre corta las
palabras del diccionario
Para que le indiquen
los lugares donde ir a entenderlas
Cuando no está
significa que las consiente
Y dice
No es posible la vida
en un estante
Mirá mis manos
Parezco un jardinero
Si uno aprendiera los
vacíos de las canciones
Comprendería que
necesitan moverse
Tocar un instrumento
de la calle
Vivir los libros.
V-Un pantalón para dos.
Hay palabras de tela
Y el ruido de la
tijera suena distinto a la madrugada
El pantalón de mi
padre se transforma en un pantalón de madre
Cuando lo agranda con
retazos
Es su forma de
quererlo
Hacer que se comparta
lo que se encuentre en la casa
Mi padre se resiste a
esa ideología artesanal de convivencia
Y cuando se levanta se
produce un choque
Mis cosas
Son mis cosas
Y mi madre con el
pantalón puesto lo espera
Por las horas que pasó
pensando en los dos.
VI- Hija.
Tu lapicera es un arma sobre
mi ropa nueva
Hasta mi cama llegó tu manía
De ensuciarla con recuerdos
Es hora de terminar con tus
palabras de oro
Dejaré que cualquiera las
robe
O escribirán tu nombre debajo
de la alfombra.
VII- No dormir.
La madrugada no es para
dormir
Siente la madre mientras se
quita el camisón
Que se puso para que sus
hijos la vieran acompañando la rutina
Es la hora en que los autos
conducen hacia lugares nacientes
Y toma las llaves
Con el pantalón de trabajo y
una camisa manchada de tinta
La ciudad la espera
La bocina de un tren acompaña
el latido de su corazón de pequeña
Cuando sobre la falda del
padre
Le decía que nunca dejara de
cantar
Porque su voz sabía escuchar
el cielo.
VIII- Ubicables.
La madrugada se convierte en discusión
La madre llega cuando sus
hijos se van
Dónde estuviste
Chau
Son las primeras palabras del
día
Que nadie responde
Sobre la mesa del comedor hay
peines y perfumes
Olor a restos de comida en
los pijamas
Que fueron dejados sobre la
tabla de lavar
Las persianas siguen abiertas
Como si el padre hubiese
estado buscando a su mujer hasta último momento
El hogar se precipita sobre
la madre
Y desafía las tareas
ofreciéndose otras
Las manos no agarran una
esponja con la que refregar los platos
Para ver crecer los rostros
de sus hijos a la hora del almuerzo
Sino el tubo del teléfono
Y llama a su marido al
trabajo
Y a sus hijos al colegio
¿Ustedes se volvieron locos
de dejar la casa así?
Y corta.
IX- Matizador.
Al día le sobran horas de sol
La madre opaca sobre su pelo
Lo imposible de ser revertido
Una perfumería es el lugar
donde halla productos para un saber
Y no duda en colocarse
guantes transparentes
Hasta apretar el límite color
ceniza
Y mezclar con un pincel agua
oxigenada
Frente al espejo el pelo la
capacita para hacer algo más que las camas
En el gris encuentra a una
madre abuela
Que la consiente en las
obligaciones que ella no acepta
Una crin de caballo la hace
dejar surcos en la tierra
En la que con una guitarra
Tomaría a sus hijos de las
manos
Y cantaría los nombres que
los soñó.
X- Las manos del padre.
Tienen olor a dinero
La madre y los hijos
Son ratones que las
olfatean
Cómo es que desaparece
lo que necesitamos
La madre quiere
canciones que el mercado no vende
Y cede su parte
Hagan lo que quieran
con ella
Los hijos quieren todo
Pero los ojos del
padre les traen pena
Decinos vos lo que
debemos comprarnos
Y los incita con ropa
nueva a que sonrían
Antes de salir y
dividirse entre quienes gastarán el trabajo del padre
Permanecen parados
La madre ofrece
esquirlas de estrellas transformadas en pastillas
Y brillan los
pensamientos que retienen en las manos
El aliento de sus
silencios los proyecta abrazándose sobre las paredes
Que comparten cuando
las palabras abandonan sus bocas.
Niña. Teoría sobre los sueños.
I- El cráneo.
Es
un calabozo para los sueños malos de una niña
Que
con una pala en la mano
Impide
que busquen su exterior
A
través de los orificios de la cara
Mientras
les presenta la fuerza de la tierra uncida al hierro
Ellos
laten queriendo salir con gritos de aves
Y disfrazada
con una manta que provoca calor
Cría
otros seres que la ayuden a enfrentarlos.
II-
Quería entrar pero vos no me dejabas.
No
sabés cuántos kilómetros viajé
Hasta
llegar a la casa
Y
ver que las persianas estaban cerradas de puro capricho
Toc
toc golpeaba la puerta
Y
te imaginaba sentada en un banquito
Mientras
fumabas un cigarrillo
Que
te diera ganas de levantarte
De
una vez para atenderme
Entonces
esperé a tus mandados
Y
al día siguiente
Tengo
que salir
Dejame
pasar
¿No
te das cuenta que creciste?
¿Dónde
están tus amigos
Un
novio que te preste una cama?
Mis
piernas dijeron
Por
última vez queremos ver las flores
Y
aceptaste como si no hubiera sonado una campana de despedida
Entré
la bicicleta al comedor y el manubrio rayó la pared dejando mi nombre.
III- Los
buenos.
Son
los sueños que la niña realiza con su cuerpo y el mobiliario que la rodea
Una
biblioteca inclinada es el techo de una casa que la acoge
Aunque
no sepa leer
Una
silla común el trono desde el cual
Las
enciclopedias se afirman en los secretos del piso
Páginas
se convierten en babosas de una habitación libre
Imágenes
arrancadas con la intención
De
rescatar la observación de una maleza
La
confianza en las palabras
Provoca
que sean oraciones las que alcanzan los espejos
Y
le muestren los volúmenes convertidos en ladrillos
Y
cicatrices del trabajo de sus piernas.
IV-
Un lobo.
Me indica un camino con ojos
humanos
A mí no me asustan los
lugares a los que nunca fui
Pero su cabeza tambalea ni
bien acepto
Queriendo huir del cuerpo que
nos guía
Desde atrás le grito que la
sujete con las manos
Y no recibe mis mensajes por
la pesadez de su disfraz
Yo no soy así
Dejarme llevar por un animal
herido que no sostiene lo que anhela.
V- La funda de la almohada.
La niña llora porque no
quiere que su madre cambie la funda de su almohada
Roja salpicada de blanco
Por otra naranja rayada de
azul
Es que el tiempo de su mente
con agua se deshace
Y el jabón detiene el aliento
de sus sueños
La funda está sucia
Su madre
Sin darse cuenta que es el
lugar de las aureolas doradas
Los hoyos por los que
transita en busca de una persona de su edad
Que siga con la mirada el
recorrido de un animal suelto
La madre no alcanza y la
quita con guantes de goma
La niña la observa arrastrar
un canasto
Y se pregunta cuánto faltará
Para rehacer el retrato con
los colores que la protegen
Lejos de los cuerpos que la
limpian.
VI- Realización de los
sueños.
Dibujo palitos sobre
una hoja de cuaderno
Con la intención de
que se produzca el lugar donde quiero llegar
Como no sé escribir me
dejo llevar
Hacia las palabras de
adentro de mis padres
Entre las nubes zumban
insectos que desprecian el trabajo
Arrastro monedas hacia
un pozo con el vestido que más quiero.
VII- Dentro del auto.
Una señora canosa
Con los labios
pintados
Ojos delineados hasta
donde el pelo nace
Y uñas de perseguir
hormigas
Espera a la niña a la
salida del colegio
No te asustes y toca
bocina
Para dispersar el
maquillaje hacia las calles
Soy yo
Vine a buscarte
Para la niña es
difícil creer que el aspecto de una persona que la quiere
La deje muda
Y la señora
No importa que no me
quieras
Es mejor que guardes
oraciones para la ciudad
Que nos adora sin
pedirnos nada a cambio
La niña sentada en el asiento
del auto
No encuentra su rostro
en el espejo del auto
Por el vapor que dejan
pensamientos ancianos
Y aprieta la mochila
sobre su estómago
Dejándose conducir por
los colores
En que las preguntas
se expresan.
VIII- Un chico saborea
una pastilla.
Se la saca de la boca
Y la apoya sobre un
pupitre
Parece no darse cuenta
de la impresión que causa un desperdicio
Al revés
Se le acerca
intentando ver su reflejo en ella
Como si fuera su ojo
que lo mirara desde afuera
Y le pregunta
Por qué nadie te
quiere ahora
La pastilla desgastada
abarca un fragmento de su cara
Cerca de un mapa
colgado a nuestra altura
Y narra un momento
suspendido
En el que los
alimentos probados dictan palabras.
IX- Una manera de
caminar.
La niña cree que hay
maneras de caminar capaces de activar los sueños
Cuando sale de su casa
y sus piernas se apuran para llegar al colegio
Entra un aire especial
que oxigena la casa de la noche de la almohada
No quiere encontrarse
con nadie que interrumpa la temperatura de lo que mira
¿No serán los sueños
los árboles de otoño rayados en sus copas
Con las lastimaduras
de paraguas abandonados?
¿La escarcha sobre el
césped las letras que aprenderá?
¿El canto de los
pájaros el esfuerzo que su cuerpo
Ejecuta para llegar a
tiempo?
¿El humo de las
chimeneas los silencios que habitan los pasos de chicos
Que quisiera conocer?
¿Las hojas en las
calles fijar un sonido que la llevará
Para siempre cerca de
otras?
¿Los prendedores sobre
los sacos de las mujeres que admira
Ser un retrato en el
que sus ojos de flores impiden hasta el amanecer
La salida de los
malos?
El reloj de la ciudad
marca invisible los momentos a los que llega
Mientras sus pies
señalan posibilidades que la mañana
Alberga como seguros.
X- Siguiéndolos.
Momentos anteriores a que los sueños expresen su
narración final
Capturo los instantes en que lo inacabado presenta la
forma de seguirlos
Flores trituradas por insectos fijan pasos
Rayas sobre la hoja
Sonidos de la masticación.