"Los relatos de Eyo –Ella y Yo– se desubican de los parámetros convencionales de los géneros literarios: cuentan historias pero no transitan el disparo del cuento, concentran su fuerza en el signo, pero no son poesía, su origen está en el diálogo de los personajes que los habitan pero fundidos en una voz única que interioriza y mezcla todo. Son un más allá del monólogo interior, porque aquí lo importante es el otro, y cómo ese otro nos atraviesa. Cada episodio indaga en las grandes luchas cotidianas: un padre enfermo, la crianza de los hijos, el para qué de la educación, el espacio que ocupa el placer y el amor en cualquier relación entre vivientes, como un lugar legítimo para construir una crítica de los modos de existencia precarizados pero aún deseantes. Una escritura revolucionaria desde su experimentación con el lenguaje, su filosofía y su fuerte exploración de los afectos que nos constituyen".
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