sábado, 19 de julio de 2014



Piedras marrones sobre un cielo color pastel

Gurruchaga y Güemes.
Pruebo la posibilidad de que mi hija vaya más horas al jardín.
Estoy con un bebé recién nacido y camino a la hora de la siesta para distraerme.
¿Estarás bien?, le pregunto a mi hija a través de las hojas de los árboles que vuelan hacia el lugar en el que está.
Te extraño.
Yo no sé si hice bien.
Quise estar con tu hermano el tiempo liso que te di a vos.
Pero estás vos y me confundo y siento que tengo que estar con los dos.
La decisión fue por no darte sonrisas escondidas.
Dos seres diminutos pidiendo la leche.
Haciéndose caca.
Los fideos con queso.
La diversión.
Yo me canso y quiero que un papá, papá abuelo, mamá, mamá abuela venga a tomar mates y diga: qué linda sos, sos buena, tomemos un helado.
Yo no sé cómo ser lo que nunca fui.
Y tiendo la ropa con esmero en la soga que corta el cielo por la mitad en nuestra terraza.
El color igual, la infinita gama de mis sentimientos.
Si nos acostamos en el piso vemos las nubes moverse. No necesitamos un parque ni una casa grande.
Te presto mis collares y mis pulseras y nos disfrazamos para el cielo.
¿Él nos mirará? ¿Le gustaremos? ¿Vos qué decís? Le pregunto a mi hija que está por salir de la escuela.
Yo quiero ser amada por el cielo de la tarde. ¿A vos te gustan las estrellas?
Si es verdad, que vengan y trabajen. Les prestaremos nuestras joyas y las invitaremos a comer.
Esos son los pensamientos cuando quiero algo que extraño y una decisión ya fue tomada.
Mi hijo está dormido en un caparazón de nuez prestado. Es suave, sus ojos son intensos. Y no pregunta, acepta.
Hijo: espero que me quieras aunque dude.
Espero que nunca me pase nada para darle a tu noche una teta.
Son la vida que quiero y me desborda.
Hola vida, estoy transportando un changuito azul con recuadros blancos.
Qué estarán haciendo las chicas que quiero ser.
Y la respuesta la hallo en una esquina:
unexperimento  pictórico que decora la ciudad: rocas marrones sobre un cielo color pastel.
Lo blando del transitar abriga la piedra que soy para estos niños que dependen de mí.


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