Palabras preliminares
Cómo nombran aquello que confeccionan.
Qué historia los liga a la técnica.
Con cuáles materiales y herramientas trabajan.
Cómo definen las artesanías ¿Y al arte?
Qué piensan de la exhibición y venta de obra en el espacio público: parques,
plazas, calles, bulevares.
Qué relación tienen con las piezas que producen. Si se encariñan, al
venderlas, ¿las extrañan?
Cómo es un día de trabajo.
Qué satisfacciones vivieron en relación a los objetos que fabrican.
Cómo sería una obra que nunca hicieron y les encantaría realizar.
Y otras que fueron surgiendo durante las entrevistas. Cada transcripción
en forma de verso fue acompañada por un poema dedicado al objeto que convocó
mágicamente nuestra mirada, y fue dibujado por la artista Romina Ger, a partir
de fotografías que le enviamos.
Pensamos que algunas personas entrevistadas comenzaron sus oficios a
partir de un punto de inflexión en los trabajos que tenían, como monotributistas
o en relación de dependencia: despidos, demandas excesivas por parte de
patrones, exigencias personales, crisis económicas y políticas, en fin, y que
las artesanías, esas miniaturas, constituyeron un modo de levantarse, creer en
otras alternativas de manutención, darles oportunidades económicas a los
pasatiempos, tener las manos ocupadas en vez de la razón, se curaron de algún
modo, de las marcas que deja cualquier empleo viciado de explotación y curaron,
a través de ellas, a quienes se las ofrecieron en exhibición. Otras personas,
en cambio, desde muy chicas se iniciaron en el oficio aunque pudieron
desarrollar su pasión artística varios años después. Como sea, se trata de
vender objetos que pueden estar incluidos en una serie o colección pero que
tienen un diseño único y la hechura del ser.
A medida que avanzamos en la realización de las entrevistas advertimos
que quienes trabajan con sus manos hablan poesía. Con nuestro oficio de poetas
registramos las inflexiones de la voz, las pausas del discurso para realizar
los cortes de verso. En cuanto al contenido, tomamos nota del poema que nos fue
dicho cada vez. Como escribió el poeta Aldo Pellegrini: La poesía es la reflexión de las cosas en el hombre pero al mismo
tiempo la reflexión del hombre en las cosas. Así se establece una verdadera
corriente que va del mundo al hombre y del hombre al mundo por un mecanismo de
vasos comunicantes. Y esta corriente de doble signo es la vida misma pues para
el poeta conocer y vivir son la misma cosa, porque poéticamente vivir significa
descorrer el velo de lo desconocido.
En la palabra Arte - sanía
está implícita la capacidad sanadora del arte, acaso, ¿existe el arte que no se
haya creado para sanar algo roto y que en esa misma afirmación expansiva
alcance a emocionar a quien lo ve? Y también, ¿las veces que nos levantamos no
son a partir de cosas pequeñas, sencillas, cotidianas?
Tamara Domenech y Selva
Dipasquale
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